Tríptico N° 190 – Graciela Cros / Oscar Muzio

Segundo tríptico con poemas de Graciela Cros (Bariloche), seleccionados por Diego Rodríguez Reis (Villa La Angostura).

Las ilustraciones son de Oscar Muzio (Bariloche).

 

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Nº190 Graciela Cros – Oscar Muzio

 

 

 

Más poemas de Graciela Cros:

 

QUERER ES LO QUE HACEN LOS CUERPOS*

 

Poner un pie en el nudo más grueso

Después, sin ansiedad, buscar, cercano, otro

Apretar las rodillas abrazando el tronco con firmeza

(Aquí cuentan las fojas de tu historia

Con otros árboles

Amigos o enemigos)

No mirar para abajo

Tampoco para arriba

Salvo lo estrictamente necesario a efectos del avance

Los ojos a la altura de los ojos

Tu atención dedicada a las ramas

Que aquí y allá abren nuevos caminos de ascenso

No te distraiga la corteza

Su áspera, intrincada geografía no es más que

Una construcción

No te embelese el follaje

Vendrá el invierno y será hojarasca

Y no olvides lo que dicen los celtas:

Si quieres atrapar a un animal salvaje

Debes subir al árbol, debes subir al árbol.

 

*Marina Tsvietáieva.

 

de «Diálogo con el Celta», “Urca”, Libros de Tierra Firme,1999.

 

*

 

LA POESÍA NO ES UNA DECLARACIÓN JURADA.

LA POESÍA NO SE ESCRIBE EN FORMULARIOS.

 

La poesía está hecha de muerte.
Tiene prohibida la entrada en las casas bien puestas:
sucede que el jugo de sus cadáveres estropea las alfombras.

La poesía está hecha de vida.
Tiene prohibida la entrada en los edificios:
sucede que el olor a sangre, sexo y sudor
altera el ánimo quebradizo de los señores consorcistas.

La poesía está hecha de sueños.
Tiene prohibida la entrada en las oficinas:
sucede que su viento desordena los papeles,
su lluvia los deshace y su fuego los quema.

La poesía no es un hobby de domingo y ni siquiera
sirve para eludir la intemperie.

La poesía no es un juego de salón:
arruina las fiestas,
los almuerzos de trabajo,
las cenas íntimas.
Especialmente complica el día si se la lee al amanecer.

Mi poesía, en particular, es mejor que la de algunos hombres
pero debo mandarla a la tintorería
a que le quiten las manchas de menstruación.

Mi poesía, en particular, tiene prohibidos los balcones
y también las cornisas:
sucede que siente atracción por el vacío y, sobre todo,
sucede que ama el riesgo.

Mi poesía, en particular, se pudre en los floreros:
sucede que trabaja sin descanso en su propia destrucción.

Se niega a ser adorno.

Mi poesía me hace quedar mal.
Es agresiva. Es contradictoria.
Mi poesía no está sana.
Respira, cruje, hace ruidos molestos.
Busca hablar de la duda y sus tropiezos.
Mi poesía miente porque miente la vida.
Mi poesía sufre desilusión.

Porque está hecha de preguntas y no encuentra respuestas
no avanza, no progresa.
Pobre mi poesía, ha perdido la fe,
quiere ser piedra.

 

De “Flor Azteca”, Ediciones del Dock, 1991

 

*

 

UN DÍA SUECO

 

Tengo 156 tulipanes en el jardín.

El pasto está crecido,

le hace falta un buen corte.

Esta mañana vinieron las bandurrias,

el gato Kafka del vecino,

los habituales teros y zorzales.

Hasta hace un rato

era

un día sueco,

como relata nuestra broma

doméstica, un poco de

sol y aire frío.

Ahora llovizna

y aún

hay claridad.

Soy soltera,

te dije

con malicia

cuando hablamos de nosotros

y agregué:

quiero hechos,

no

tu mirada sobre ellos.

Hechos

como bandurrias, teros, tulipanes, zorzales,

el gato Kafka del vecino, mi soltería,

o este día que antes de la lluvia

era sueco.

 

De «Regreso a las invernadas», FER, 2021.

 

*

 

Arte poética

NOMBRES PROPIOS

Urca, Cordelia, Boock,
Elvis, Newton, Mansilla.

 

Me gustan los nombres propios
más que las elucubraciones.

 

Detrás de un nombre propio
hay una historia
y me gustan las historias.

Detrás de una historia
hay elementos tangibles
como los húmeros de Vallejo,
en cambio
detrás de las elucubraciones
suele haber paja
que arde
al primer fuego
que cruza.

 

de «Mansilla», Ediciones en danza, 2010.

 

*

 

HACER LA DE ELVIS

 

1

Tengo esta cara en primera persona

a la que mojo y unto con distintas sustancias

y sin embargo ella

permanece asfixiada

TRISTE

Fumo con ansiedad e imprudencia extremas

y a veces

la insensatez

INSENSATEZ

de esta cuestión

me alarma un poco

Mis compañeras

las mujeres

se preocupan

porque no doy en el clavo

porque no acierto en el vivir

Ponen ejemplos y exageran

los detalles siniestros

en su intención didáctica

No entienden

NO ENTIENDEN

esas cultoras de la consolación

(su adocenada estética)

que me sienta perdida

PERDIDA

en la inmediatez de este fin de siglo.

NO ENTIENDEN

ocupadas como están

en cuidar la verdad de sus mentiras

que ya no pueda

que ya no pueda

¡AY!

QUE YA NO PUEDA

HACER LA DE ELVIS

 

2

El camionero de Memphis

dispara su voz de vago melocotonero

canta “Trouble”

mostrándome los dientes

de su gorda boquita

PASTILLERA

y mi silla de ruedas lo registra

con un temblor lascivo de metales

Intento levantarme

dar un paso

y me desmayo

hundiéndome en el mar

ROJO

Ha subido la sangre de nivel

y en el recinto

su oleaje choca contra el

DRAMA

Entonces llegan obreros de la salud

y me atienden:

¿QUIÉN ES ESTA MUJER?

¿POR QUÉ NADIE LA ASISTE?

preguntan los sensibles

con sonrisa de perdedores

Se ha corrido la voz

y la gente agolpada en la puerta

cree ver un milagro

en esto de la

SANGRE

ese mar provisorio

Han consultado al Arzobispo

y éste al Vaticano

Peritos en Fluidos Corporales

vendrán a investigar

Rescatada de aguas procelosas

Moisés al fin aunque sin su prestigio

les digo a los muchachos reporteros:

YA NO PUEDO HACERLA

YA NO

Adhiriéndose a sus zapatos

los algodones expulsados de cálida entrepierna

(vale decir, la mía, la que amo, mi ama)

flotan

sin rumbo

por el cuarto

Hay colorido en el ambiente un poco nauseabundo

Recuerdo los nenúfares de Monet

esos rosados

lilas

violetas

bermellones

vivos lacres

augustos colorados

púrpuras y marrones

PATÉTICA

(y por el deleite de los finales

el vano sentimentalismo

la complacencia de la víctima)

LES DIGO:

¡LOS ROSTROS DE LA SANGRE!

Y

¡APLAUDEN!

 

3

Sobrevivo en este desguace terminal

y no son pocas las mujeres

que a esta hora

juegan al tenis

bronceadas y graciosas

mientras mantienen a su lado

a los hombres

MODERNOS

Piden disculpas mis muletas

mis prótesis

mis camufladas ortopedias

mis poemas

mi lengua

mi laboriosa susceptible

LENGUA

POR NO SABER HACERLO

Pienso en el amor de las películas

¡AY EL AMOR!

y en que ya no serás

EL HOMBRE QUE ME AME

¿Qué me ame me mime a mí?

¡SÍ!

Pienso en el hijo que hubiéramos tenido

un varoncito

un señuelo

y en cómo habrían sido sus ojos

Pienso en los centímetros que no creceré

y en mi precioso pelo

que no volverá a ser el que era

¡NO!

ADIÓS ELVIS

Vago melocotonero de Memphis

Gorda boquita

PASTILLERA

Loco zapato de gamuza azul

¡Adiós adolescencia!

¡Mi juventud adiós!

No habrá primer cigarrillo

ni despertar en lecho pro-hi-bi-do

Adiós besos mordidos contra un árbol

ilusiones perversas

manito entre las piernas

ovario florecido

ADIÓS ADIÓS

YA NO HARÉ LA DE ELVIS

Aquí vuelven a aplaudir

me palmean los hombros

y recibo invitaciones a talk shows

y congresos

A pesar de la náusea digo:

¡Gracias, gracias, los quiero mucho a todos!

(me debo a mi público)

 

4

Cae la noche

los fotógrafos dormitan en escaleras

y el estilo Piranesi de la centuria

AGOBIA

En la calle

traficantes de órganos

(siempre atentos a la mención de sangre)

despuntan su paciencia

Me quedo quieta mientras escucho a la muerte

ella hace su trabajo

y nosotros fingimos no advertirlo

La voz del vago rocanrolero

melocotonero de Memphis

mostrándome los dientes

de su boquita gorda

PASTILLERA

elige

MUTIS

ABANDONA

CESA

HACE LA DE ABANDONAR

Confuso el ánimo

escribo bajo efectos de autorizada química

No está en mi naturaleza desperdiciar

una vibrante despedida

por eso digo

Adiós muchachos compañeros de mi vida

Barra querida de aquellos tiempos

(soy de las que citan letras de tango)

LES DIGO

ADIÓS

Todavía puedo agitar

el pañuelito blanco

que te ofrecí

bordado con mi pelo

aún escribo

¡SÍ!

puedo escribir

ESCRIBO

pero NO puedo

NO PUEDO

¡NO!

HACER LA DE ELVIS.

 

“Hacer la de Elvis”, Re/escrituras, Colección Gama, Editorial CILC, Casi incendio la casa, 2009.